Y justo ahora, que lo justo parece ser algo de ayer; hoy, cuando siquiera se asegura algún mañana; buscando el calor en diciembre, creyendo lo increíble, gritando lo prohibido en medio del silencio… me atrevo a dar la palabra ronca y viva de que, firmemente, creemos. Resignada, leal e indiscutiblemente, como nunca antes se hizo, creemos en que nada ni nadie que nos hiera podrá herirnos; ni siquiera comprenderemos qué es temer al miedo: somos la protesta de la urgencia armada, somos el sueño de la generación perdida, al fin encontrada en una jovencísima revolución pendiente.
Contra la calumnia, actuamos como columna de fuerza abrazadera de Dios. Porque creemos en la Verdad.
Contra modas pasajeras, convertimos a diario nuestra sangre limpiamente fresca en ideas y propósitos. Preferimos Estilo.
Contra todo pronóstico, tenemos FE ciega en alcanzar el triunfo, antes o después de muertos. Somos impredecibles.
Ya sentimos cómo la esperanza nueva recobra su gozo.
Sirva este escrito, concebido en medio de un duro trance, como homenaje al entusiasmo que todo lo puede, a la sonrisa de la fidelidad encarnada en el castizo ejemplo de la anónima familia española.
JUANMA
Paso al Frente 